Sobre mí

A través de una analítica, el pediatra de mi hija  descubrió que sus niveles de triglicéridos estaban disparados y me  dijo:  “Algo estamos haciendo mal con la alimentación”, me sentí mala madre y enseguida respondí a la defensiva: “Eso es imposible doctor, en casa comemos super sano”. Pues eso es lo que  creía realmente,  porque estaba engañada por el Matrix de la industria alimentaria.

Y ahí empezó el cambio saludable en nuestra alimentación. Acompañados de nuestra nutricionista, aprendimos  que comer sano no es aburrido y empezamos a disfrutar de la comida real.

Clara me enseñó a ser consciente, de la importacia de la alimentación en nuestra salud y nos guió en el camino. Me enseñó a leer etiquetas, a planificar un menú saludable y sobre todo a organizarme, porque yo era la Reina del Caos Absoluto en materia de organización de comidas. Y así nació también, mi pasión por el Batch Cooking.

Pero una de las cosas más importantes que me enseñó Clara, es que la salud empieza por cocinar y que la cocina es la medicina diaria, la forma más sencilla de prevenir enfermedades y también de dar amor. 

Con Clara cambié el chip. Aprendí que para comer sano, hay que cocinar si o si,  y que la cocina es autocuidado, es medicina para el cuerpo, y cuando le devuelves su verdadero valor, encuentras el tiempo para cocinar y cuidarte.

Nuestra cesta de la compra cambió, se empezó a llenar alimentos de verdad: verduras, frutas, legumbres, carne, pescados, huevos, cereales integrales… y se eliminaron los productos ultraprocesados cargados de azúcar oculto, sal, aditivos raros y sospechosas grasas vegetales. Me pongo el delantal, me compro libros de recetas, reinvento muchas de ellas y dejo volar mi imaginación. Se produce una nueva forma de entender la alimentación: comer sano es cuidarse, mimarse y sobre todo disfrutar, porque comer es ante todo un placer.